“El pasado ya no es y el futuro no es todavía”. San Agustín (354-439) Obispo y Filósofo

Con el final del verano o, más bien, con el final de las vacaciones, empieza quizás la época más bonita en esto del vino. Suelo decir que, cuando las uvas empiezan a tintar de rojo (envero en términos más técnicos), comienza el baile. Porque a decir de los sabios y resabiados todo lo que ocurra a partir de aquí va a ser decisivo para la calidad de los futuros vinos. Y ésta, la del 2013, parte con la desventaja supersticiosa de ser la décimo tercera de este siglo. Y la única.

Pero también, año tras año, se van a sucediendo las preguntas que mas inquietan a viticultores, bodegueros y demás personal de este mundillo: ¿cómo viene de uva la cosecha?, ¿es una cosecha de calidad?.... y la que, seguramente, más inquieta en los últimos años: ¿ a qué precio va a pagarse?

A estas tres preguntas (otros pueden incluir alguna más) pueden concederse varias respuestas, según procedan de un productor o de un elaborador. Como es lógico, cada cual busca dar su lícita visión e interés particular.

Personalmente, lo que más me sorprende, año tras año, son los comentarios al estilo de “este año la uva lleva dos semanas de adelanto, o de retraso, con respecto a años anteriores”. Sigo sin entender esta preocupación tan temprana. Solo en el caso de que urgiese organizar el inicio de vendimia o la preparación de la bodega para elaborar el vino -con todas las liturgias que ello lleva- tendría un sentido. Pero a estas alturas, con más de un mes por delante para que salgamos a bailar, qué sentido tiene preocuparse por esto. Además, ¿cuál es la referencia para saber si viene adelantada o retrasada?: ¿el año precedente?, ¿los últimos diez años?, ¿cuál?. Yo, la verdad, lo confieso: hago poco caso a todo esto. Como me decía un viejo viticultor, por cierto, ya fallecido, “Julio, qué más da. Las uvas están cuando están, y recogerlas... habrá que recogerlas cuando estén. Hasta entonces, no te preocupes, que vendrán, seguro. Siempre han venido. Hasta después de San Mateo nada”. Cuánta razón tenía. Razón de la EXPERIENCIA.

Así que, este año, por curiosidad, he dedicado tiempo en recoger en una tabla (os la dejo al final de este post) los días de inicio de vendimia en los últimos 30 años en La Rioja Alta, SA, y qué casualidad, se centra mayoritariamente entre la última semana de septiembre y la primera de octubre.... salvo dos o tres años que dieron cierta "bola" a todos esos del cambio y recambio climático. ¡Qué dirán ahora!.

Así que este año, para finales de septiembre o primeros de octubre.. a vendimiar. ¡Vamos, como siempre!.

Y aviso a visitantes: para todos aquellos que quieran venir a conocernos y disfrutar de primera mano cómo es esto de la vendimia, de verdad, no programe para antes la visita a La Rioja. Hacia El Pilar es una buena época. Aquí les esperamos..¡¡Encantados!!