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Santa Phylloxera, ¡qué bueno que viniste!
La experiencia no consiste en lo que se ha vivido, sino en lo que se ha reflexionado”. Jose María de Pereda (1833-1906). Escritor español.
Estamos de celebraciones. ¡Qué pronto han volado estos primeros 125 años! No hace nada, estábamos montando la bodega, al lado de las vías de la Estación del Tren de Haro. Hoy se nos ha hecho Barrio y, como a los buenos toreros tras haber dado varias veces la vuelta al mundo (y al ruedo…), hoy ya se nos conoce por todos las rincones de este bendito mundo que es el vino. IMG_20150324_142533peqEl próximo 10 de julio, La Rioja Alta, S.A. celebra su 125 aniversario. 125 vendimias. 125 años cuidando y mimando barricas. 125 años intentado hacer los mejores vinos para nuestros clientes y amigos. 125 años de alegrías y tristezas, de aciertos y errores, de épocas buenas y de otras no tan buenas. Hemos pasado dos Guerras Mundiales, una Guerra Civil y no sé cuántas crisis económicas... Y aquí estamos, con menos pelo pero con más ganas. No quiero que este post sea una retahíla de loas y alabanzas. Seguro que en unos días vienen otros y lo harán mucho mejor. ¡Ya tienen tarea! Pero sí que me gustaría resaltar otras cosas que quizás, en el fragor de la batalla de las celebraciones, se nos escape y no seamos capaces de recogerlo, aunque sea en unas pocas líneas. A finales del siglo XVIII, los viñedos franceses sufrieron el ataque de un 'bichito' que arrasó los viñedos franceses, especialmente, los más reputados y afamados por aquél entonces: los bordeleses. Viñedo desolado y sin ganas de producir vinos en unos añitos. Y claro, éstos no se quedaron quietos. Cerquita, a solo unas horas en tren -mejor no pensar cuántas- tenían una zona vinícola con abundantes viñedos y de buena calidad. ¿Y los vinos? Estos tenían más recorrido y más margen de mejora. Junto a la vía del tren se asentaron un grupo de bodegas que hoy conformamos el Barrio de La Estación. Un grupo de bodegas que se ha mantenido hasta nuestros días y que somos el referente mundial de lo que aquí conocemos como VINOS CLÁSICOS DE RIOJARIOJA ALTA ANTIGUAweb Como he dicho antes, hay cosas que no me gustaría que se dejaran pasar. Hoy nos movemos en las modas de la Innovación, del Innomarketing, Innmercado, Innovino…Pero todos estos pioneros de finales del siglo XVIII, fueron los grandes maestros de la Innovación y de la Gestión del Cambio. Vieron que sus vinos eran capaces de mejorar si se adaptaban a las nuevas técnicas que traían los maestros bodegueros bordeleses. Supieron cambiar y lo hicieron bien. Unir una fabulosa materia prima como es la uva, con un lugar y un clima privilegiado para su cultivo, con “modernas técnicas de elaboración y crianza de vinos” tenía que dar sus frutos. Y el tiempo, como en todo en esto del mundo del vino, les ha dado la razón. Nos quedan otros 125 años por delante. Otras 125 vendimias para hacer nuestro trabajo. Aquellos pioneros nos enseñaron a elaborar y criar el vino pero, también, nos mostraron el camino de la innovación, del “no parar”: EVOLUCIÓN, NO REVOLUCIÓN. Y en eso estamos, nos queda tiempo, vendimias vendrán para beberlo… PD: Aún no entiendo porque en la ciudad de Haro no se celebra la Fiesta de la Santa Phylloxera. ¡Qué bueno que viniste!  

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